Hace tiempo que estaba pensando en buscar una lámpara de pie para mi salón, pues por las noches me gusta sentarme en mi sofá y leer un ratito. Aún no había ido a ninguna tienda para ver algún modelo, cuando me acordé de que mi madre, tenía arrinconada y olvidada, una lámpara de pie con mesita incluida.
Decidí ir a echarla un vistazo y ver qué posibilidades tenía, pues era la típica lámpara tipo retro-vintage de los años 60 que la gran mayoría de nuestros padres tenían en sus hogares. Como no tomé una fotografía del antes, os dejo un par de imágenes que he encontrado por la red, para que os hagáis una ligera idea de como era. No estaba en mal estado, tenía un revistero dorado y un cenicero a juego, además, funcionaba correctamente, tenía bastantes posibilidades por lo que decidí adjudicármela
Lo primero que hice fue deshacerme del revistero y del cenicero dorado. También cambié el cable eléctrico por uno nuevo con interruptor ya que el sistema de encendido que tenía lo llevaba en el casquillo de la bombilla. Como mi estilo de decoración es más bien rústico, decidí pintarla con pintura color marrón chocolate imitación a forja. Siguiente paso, cambiar la tulipa por otra de tela de arpillera más acorde con la nueva imagen.
Una vez finalizado el trabajo de restauración y con su imagen renovada, me gustó tanto el resultado final que pasó a ocupar un lugar diferente al que en un prinicipio tenía destinado. Del rincón de lectura de mi salón, pasó de un salto a la pequeña entrada de mi dormitorio.
Justo en la puerta que da paso al dormitorio y la entrada al baño hay una pequeña esquina solitaria, con dos cuadros de acuarelas, y ese pequeño hueco tiene el tamaño exacto para acoplar mi nueva lámpara. Es perfecta para dejar los libros, gafas o una taza, antes de irte a dormir.
Decidí ir a echarla un vistazo y ver qué posibilidades tenía, pues era la típica lámpara tipo retro-vintage de los años 60 que la gran mayoría de nuestros padres tenían en sus hogares. Como no tomé una fotografía del antes, os dejo un par de imágenes que he encontrado por la red, para que os hagáis una ligera idea de como era. No estaba en mal estado, tenía un revistero dorado y un cenicero a juego, además, funcionaba correctamente, tenía bastantes posibilidades por lo que decidí adjudicármela
Lo primero que hice fue deshacerme del revistero y del cenicero dorado. También cambié el cable eléctrico por uno nuevo con interruptor ya que el sistema de encendido que tenía lo llevaba en el casquillo de la bombilla. Como mi estilo de decoración es más bien rústico, decidí pintarla con pintura color marrón chocolate imitación a forja. Siguiente paso, cambiar la tulipa por otra de tela de arpillera más acorde con la nueva imagen.
Una vez finalizado el trabajo de restauración y con su imagen renovada, me gustó tanto el resultado final que pasó a ocupar un lugar diferente al que en un prinicipio tenía destinado. Del rincón de lectura de mi salón, pasó de un salto a la pequeña entrada de mi dormitorio.
Justo en la puerta que da paso al dormitorio y la entrada al baño hay una pequeña esquina solitaria, con dos cuadros de acuarelas, y ese pequeño hueco tiene el tamaño exacto para acoplar mi nueva lámpara. Es perfecta para dejar los libros, gafas o una taza, antes de irte a dormir.
Quedó perfecta con ese estilo rústico que tanto t gusta y es muy práctica!!
ResponderEliminarBss
Muchas gracias por tu comentario, sí la verdad es que la utilizo bastante, pues es perfecta para dejar cosas justo en la entrada del dormitorio y el estilo rústico predomina en mi casa, pero con un toque clásico.
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